Evo...
Los recientes hechos
en América del sur, en especial el golpe de estado ocurrido en
Bolivia, merecen ser mirados con una atención que vaya más allá de
las pasiones y permita tener un cuadro racional de las situaciones.
Evo Morales tuvo un
mandato enormemente exitoso en sus tres periodos coimprendidosentre
2006 y 2019. Esto puede sostenerse con números. El PIB pasó de 9549
en 2005 a 40288 millones de dólares en 2018, es decir prácticamente
se cuadruplicó. En términos per capita pasó de un poco más de mil
dolares a casi 4000. En el mismo lapso la inflación anual pasó del
5% a 1.51%. La tasa de desempleo se mantuvo en niveles similares
3.256 vs 3.266 de la PEA. Los número son muy importantes y muestran
que el gobierno tuvo un excelente papel en términos macroeconómicos.
Respecto a datos de
bienestar. La esperanza de vida pasó de 65.3 a 70 años, y el
aumento en la tasa de alfabetización fue de 90% en 2007 a 92 en
2015. Sin embargo el indice de desarrollo humano tuvo un pequeño
descenso de 115 a 118, al igual que los niveles de corrupción de 117
al 132.
Maticemos: Bolivia
era en ese momento uno de los países más atrasado de América
Latina, situación que no ha cambiado, pero los signos de avance,
sobre todo en términos macroeconómicos son notorios, se considera
la tercera economía con mayor crecimiento de América Latina después
de Chile y Panamá, pero tengamos en cuenta que estos niveles parten
esencialmente de que Bolivia era uno de los países más atrasados de
América en términos económicos.
En la descripción
del video dejo una serie de datos más amplios:
https://datosmacro.expansion.com/paises/bolivia
En el ámbito
social, que es fundamental, pueden atribuirse al gobierno de Evo
Morales movimientos importantes, aumento de la alfabvetización,
nacionalización de recursos como el gas y minería, disminución de
sueldos a funcionarios gubernamentales, programas para erradicar la
desnutrición, abolición de latifundios, declaración de Bolivia
como estado plurinacional (una gran proporción de la población es
indígena) etc.
Evo llegó al poder
en las elecciones de 2005 para un mandato de 4 años (2006-2009) con
54 % de los votos y luego fue reelecto para el periodo 2010-2014 con
64 % y posteriormente al periodo 2015-2019 con un 63-36 %.
Sin embargo la
constitución boliviana prohibía otra reelección y Evo Morales y el
Movimiento al Socialismo organizaron un referéndum en 2016 para
modificar esta situación. El resultado fue un 51.3 % de los votos en
contra y un 48.7% por la relección. Resultado dividido, sí, pero lo
suficientemente claro, y que además mostraba una clara diferencia
entre las provincias andinas (La Paz, Cochabamba y Oruro -a favor) y
las provincias orientales, (Chuquisaca, Santa Cruz, Tarija, Potosí,
Beni y Pando - en contra.
Pese a este
resultado, Morales Y SUBRAYO QUE ESTE FUE SU ERROR POLITICO MAYOR,
logró introducir por el tribunal constitucional una modificación
que argumenta do “un derecho humano” le permitió contender por
cuarta ocasiónn, pese a haber perdido el referendum. Una chicanada
pues.
En este contexto,
Evo se presentó una vez más a elecciones este 2019 en una modalidad
que implicaba una segunda vuelta en caso de que la diferencia entre
los principales candidatos fuer menor del 10 %, el problema es que
-algo que vivimos en México en 1988- cuando el sistema llevaba algo
menos del 85% de votos y el resultado era muy estrecho 45.3 % para
Evo y 38.2 % para Mesa diferencia de 7% que obligaba a una segunda
vuelta, “El sistema deja de funcionar” y al día siguiente los
datos pasaron a 46.86 % para Evo vs 36.72 para mesa. Una ventaja de
10.14 % lo cual salvaba al gobierno de una segunda vuelta. Estas
circunstancias sirvieron para acusar al gobierno y al tribunal
electoral de fraude, tal como lo hicimos muchos en 2008 con la
victoria de Felipe Calderón por estrechísimo margen (35.91 vs
35.29).
Esto
desató una ola de protestas que llevaron a Evo a plantear la
posibilidad de una nueva elección, y luego al golpe de estado.
No
seamos ingenuos. La situación de Bolivia fue un golpe de estado,
porque no se requiere bombardear El palacio Quemado para que haya un
golpe de estado, como ocurrió con la dictadura chilena. Hay razones
para protestas y descontentos, Sí. Y Evo Morales estiró demasiado
la cuerda de la legalidad al forzar una cuarta candidatura. Fue un
buen gobierno. Si, sin duda, pero me parece que el propio Evo puso en
riesgo sus innegables avances con su obstinación política y
caudillaje; ese momento en que el individuo se siente el único capaz
de manejar el carro de la historia.
No
caigamos en analogías falsas como comparar al gobierno de Morales
con el de Ángela Merkel, porque los contextos constitucionales son
radicalmente distintos, y mucho menos con la Reina Isabel o los reyes
de España que no son gobernantes sino cabeza de un estado.
Ahora
tenemos en Bolivia un enorme riesgo de que el poder sea tomado por
elites militares siniestras, estas sí representantes de los peores
intereses de las oligarquias, que vuelvan a Bolivia a las formas de
estado cuasi colonial que tenía hace 50 años.
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