No somos pendejos…
Se dice que en política no hay
coincidencias. Donde los eventos se encuentran no es el azar quien los dispone,
sino el cálculo político, avieso, malintencionado, e incluso ingenuo, pero
siempre el cálculo. La suma y el producto de distintas voluntades, no
necesariamente coincidentes ni en el mismo sentido, pero manifiestas aunque
sean anónimas o desconocidas.
Examinemos una serie de hechos ocurridos
en las últimas semanas, en la que se incluyen los todavía irresueltos y
ominosos hechos de Iguala.
El 20 de noviembre manifestantes “anarcos”
lo cual puede querer decir todo o absolutamente nada, intentan bloquear el
aeropuerto. Sin grandes dificultades se desactiva el problema y hay algunos detenidos
que salen libres bajo fianza (¿Quién paga esas fianzas?) Ese mismo día luego de
una manifestación eminentemente pacífica, los mismos (¿u otros?) “anarcos”
encapuchados atacan el palacio nacional cuando la mayoría de los manifestantes
se retiraba. La policía arremete contra… manifestantes pacíficos que se retiraban
del lugar, muchos de ellos con niños. Un manifestante que había ido en
bicicleta y queda atrapado entre la multitud, que provoca un incidente
diplomático, defensores de derechos humanos, etc. No es la primera vez, la supuesta flagrancia
no existe ni existió antes como en las protestas de diciembre de 2013. ¿En
verdad la policía es tan inepta que no puede distinguir a los grupos “anarcos”,
de los manifestantes pacíficos que se encuentran a cuadras? ¿Por qué no se
procedió en el mismo momento? Y casualidad de casualidades, ninguno de los
detenidos a lo que se ha acusado de cargos inverosímiles y absurdos como
delincuencia organizada, motín e intento de homicidio, es de los “anarcos”. El
estado echa toda la carne al asador, esperando que algo quede. ¿Casualidad? Lo
sabemos los manifestantes detenidos son liberados por falta de pruebas, ineptitud
o acto planeado, detener a inocentes ¿para qué? ¿Crear terror, amedrentar,
generar más caos aún?
Y la otra cara de la moneda ¿Por
qué jamás se detiene a ninguno de los violentos, a pesar de que algunos han
sido claramente reconocidos e identificados como Luciano Arístides Avilés Hernández, quien se encontraba entre los
encapuchados que intentaron tomar rectoría y también en el intento der quema de
la puerta Mariana del Zócalo. http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/descubren-estudiantes-rostro-a-34infiltrado-34-1054717.html
Este tipo se presenta a sí mismo como reportero ¿De qué medio? Cuento chino
pues. http://www.lopezdoriga.com/detalle/14976/nacional/metropoli/tuve-que-demostrar-que-no-soy-infiltrado-luciano-aristides
Obviamente la “demostración” brilla por su ausencia.
Días antes, y en función de una denuncia por el robo de un celular,
agentes del DF llegan a la facultad de filosofía y empiezan a tomar fotografías.
¡Caray! En este momento, ¿pues a quien le robaron el teléfono? Jamás se ha
sabido –ni se sabrá- de otra acción de este tipo en la ciudad de México. Esto
motivó curiosamente la marcha donde el grupo de “anarcos” encapuchados
intentaron tomar rectoría ¿Coincidencia?
Días después Soldados se meten a la Universidad de Coahuila (http://www.proceso.com.mx/?p=389240)
¿Otra acción casual? El ejército afirma que actuaron de “motu proprio” ¿En el
ejército quien chingados actúa sin seguir órdenes? ¿Así o más pendejos?
Unos días después detienen a Sandino Bucio con todo el estilo de un secuestro
(https://www.youtube.com/watch?v=vtmBjGUlyY0)
lo pasean por horas a bordo de un vehículo, golpeándolo y amedrentándolo, La
Procuraduría declara que era una orden de presentación… ¿Así actúa la
procuraduría y el poder judicial? ¿Cómo distinguirlos de narcos y sicarios?
Luego reconocen que no hay elementos en su contra (http://www.animalpolitico.com/2014/11/detienen-policias-federales-estudiante-de-la-unam/)
No me digan que otra desafortunada coincidencia…
A río revuelto ganancia de pescadores ¿Quiénes pescan en este río?
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