Freud La serie de Netflix.
Freud la serie.(Por si a alguien le interesa mi opinión)
Acabo de terminar de ver la serie que por alguna razón ha incomodado mucho a algunos de
mis amigos psicoanalistas y para resumir, diré que me pareció bastante entretenida.
Si esperaban una biografía de Freud, cosa que jamás se anunció, van a desilusionarse,
ya que siempre se presentó como una fantasía policiaca. NO ES NI PRETENDE SER UNA BIOGRAFÍA.
¿Qué sí es? una serie totalmente de fantasía policial que incluye asesinatos, desnudos, sexo, drogas
(ay nanita), es decir si no les gustan estos contenidos pues no la vean; sale Freud cogiendo con una
chica que no es Martha Bernays.
Planteando que se trata de una serie policial con elementos gore, sexo, intriga política, ocultismo, etc.
es una serie bastante bien hecha en su producción actuaciones, ambientación y trama. Propongo que
la comparen con una serie similar, The Alienist, que también encuentran en Netflix, donde un
alienista (muy parecido a Freud) también ayuda a resolver crímenes y asesinatos en serie, creo que
se darán cuenta que es algo similar, y que lo que molesta es esencialmente que se coloque
a Freud en ese lugar.
Pues sí, aparece un Freud que consumía cocaína, lo cual no es ninguna novedad y en la época
tampoco era nada ilícito, Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle también era cocainómano
cosa que se expurgó en las versiones de la España franquista que fue la que la mayoría de nosotros
leímos. Este Freud también coge y es bastante más liberal que el verdadero que siempre he imaginado
bastante puritano. No tengo a Freud ni a Lacan en un altar, ni apuesto por las hagiografías, así que
no me molesta en lo más mínimo que sea usado para una fantasía policial, cosa que por lo demás
no es nueva, ya en una película de los 70, La solución del 7 %, los guionistas juegan con un
encuentro entre Freud y Sherlock Holmes en la resolución de un crimen.
Por lo demás la serie tiene un buen de guiños que me parecieron divertidos e incluso jocosos, por
ejemplo tomar fragmentos de la correspondencia a Martha, e incluso algunos fragmentos
parafraseados de párrafos de Freud, lo cual es bastante divertido, aunque sabemos que nada de
eso existía aún en la serie, que ocurre entre 1880 y 1886. Otro elemento que me encantó es que
el capítulo 2 inicia con un homenaje a la cinta de John Houston de 1960 (Pasiones secretas)
ya que la escena es prácticamente la misma con la que empieza la película.
En resumen, hay que tomarla como lo que es, un divertimiento que pone a Freud como personaje,
esto en modo alguno me parece ofensivo, a menos que lo piense como una figura sacrosanta,
que no es mi caso. Tampoco nunca escuché a historiadores indignados por fantasías bastante más
simplonas como “Lincoln cazador de Vampiros”. Así que piensa que no es Freud y verás una
serie entretenida y ya, eso no te cuestiona como analista, ni al psicoanálisis ni nada semejante.
mis amigos psicoanalistas y para resumir, diré que me pareció bastante entretenida.
Si esperaban una biografía de Freud, cosa que jamás se anunció, van a desilusionarse,
ya que siempre se presentó como una fantasía policiaca. NO ES NI PRETENDE SER UNA BIOGRAFÍA.
¿Qué sí es? una serie totalmente de fantasía policial que incluye asesinatos, desnudos, sexo, drogas
(ay nanita), es decir si no les gustan estos contenidos pues no la vean; sale Freud cogiendo con una
chica que no es Martha Bernays.
Planteando que se trata de una serie policial con elementos gore, sexo, intriga política, ocultismo, etc.
es una serie bastante bien hecha en su producción actuaciones, ambientación y trama. Propongo que
la comparen con una serie similar, The Alienist, que también encuentran en Netflix, donde un
alienista (muy parecido a Freud) también ayuda a resolver crímenes y asesinatos en serie, creo que
se darán cuenta que es algo similar, y que lo que molesta es esencialmente que se coloque
a Freud en ese lugar.
Pues sí, aparece un Freud que consumía cocaína, lo cual no es ninguna novedad y en la época
tampoco era nada ilícito, Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle también era cocainómano
cosa que se expurgó en las versiones de la España franquista que fue la que la mayoría de nosotros
leímos. Este Freud también coge y es bastante más liberal que el verdadero que siempre he imaginado
bastante puritano. No tengo a Freud ni a Lacan en un altar, ni apuesto por las hagiografías, así que
no me molesta en lo más mínimo que sea usado para una fantasía policial, cosa que por lo demás
no es nueva, ya en una película de los 70, La solución del 7 %, los guionistas juegan con un
encuentro entre Freud y Sherlock Holmes en la resolución de un crimen.
Por lo demás la serie tiene un buen de guiños que me parecieron divertidos e incluso jocosos, por
ejemplo tomar fragmentos de la correspondencia a Martha, e incluso algunos fragmentos
parafraseados de párrafos de Freud, lo cual es bastante divertido, aunque sabemos que nada de
eso existía aún en la serie, que ocurre entre 1880 y 1886. Otro elemento que me encantó es que
el capítulo 2 inicia con un homenaje a la cinta de John Houston de 1960 (Pasiones secretas)
ya que la escena es prácticamente la misma con la que empieza la película.
En resumen, hay que tomarla como lo que es, un divertimiento que pone a Freud como personaje,
esto en modo alguno me parece ofensivo, a menos que lo piense como una figura sacrosanta,
que no es mi caso. Tampoco nunca escuché a historiadores indignados por fantasías bastante más
simplonas como “Lincoln cazador de Vampiros”. Así que piensa que no es Freud y verás una
serie entretenida y ya, eso no te cuestiona como analista, ni al psicoanálisis ni nada semejante.
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