Covid y Mercado. Un Debate Artificial

 

En estos días, la derecha mexicana ha planteado un falso debate respecto de quien sería el más adecuado para la distribución de las vacuna COVID, la intención evidente, por estulta, acusar al gobierno de oponerse a la distribución por parte de entidades privadas, en función (supuestamente) de manejar clientelas electorales.

En su desesperación, hicieron circular una foto de una supuesta vacuna que vendían en Canadá en el Walmart, que alguien habría comprado para su abuelita de 94 años (insertar llantos aquí).

Obviamente la foto es más falsa que moneda de 2.47. Cualquiera que tenga 2 dedos de frente, sabe que la vacuna de Pfizer necesita almacenarse en ultra congelación por lo tanto no se puede vende en un blister, en segundo lugar es inyectada y eso que se ve en la foto es un vaporizador y en tercera Pfizer es una empresa estadounidense, no China… etc, etc.

El presidente López Obrador declaró (aquí está el link) que el gobierno de México no tiene ninguna oposición a que la vacuna se venda de modo particular, pero hay que aclarar.

1) En todo el, mundo son los gobiernos, no empresas privadas, quienes están adquiriendo los insumos de vacunación.

2) La fabricación de vacunas es un proceso lento, por eso los embarques (en todo el mundo) son a cuentagotas.

3) Algunos países han arrancado con gran cantidad de vacunación como Rusia, por ser los creadores de una vacuna Sputnik V.

4) Al ser una fabricación que tardará meses, no está a disposición para que la iniciativa privada la compre, en ninguna parte del mundo, es una situación de emergencia. Seguramente estarán disponibles a la IP en uno o dos años

5) Algunos países como Canadá, han comprado cantidades estratosféricas de vacunas (muchas de las cuales aún no existen físicamente) Canadá con una población de 38 millones de habitantes, tiene compras para 180 millones (5 veces su población).

6) Se malentiende también el concepto de aplicación universal, específicamente no quiere decir que se aplique a toda la humanidad, en el caso de México a 126 millones de habitantes; por ejemplo, al no haber estudio con menores de edad (quienes por otra parte parecen ser la población menos vulnerable) no se aplicará a menores de 16 años. (En México el 26 % de la población es menor de 14 años) lo que deja fuera del programa a unos 36 a 38 millones de personas, y solo se aplicarían bajo condiciones particulares (patologías preexistentes o condiciones de riesgo).

Por todo eso el debate de si la iniciativa privada debe participar en la estrategia es un debate absurdo que solo es avivado por un interés político.